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Llegué bastante temprano al muelle de Arguineguín, pronto estuvimos concentrados los buceadores, nos entregaron una camiseta con el motivo del encuentro y nos hicieron la foto de familia ante la Virgen. Los colaboradores nos aconsejaron, antes de subir al catamarán, que montáramos los equipos en el suelo, para no entrar con los baúles. Afortunadamente, al final no fuimos tantos como estaban inscritos y aún así estuvimos un poco apretados a la hora de colocarnos el equipo de buceo. Nos acompañaron en la travesía los buzos de la Guardia Civil, Protección Civil y Cruz Roja.
Llegados a la baja de Pasito Blanco, nos agrupamos por clubes para entrar al agua de forma ordenada, yo fui con Lima Sport y nuestro equipo estaba formado de seis componentes. Estuvimos en el fondo algo más de media hora, eliminando una media de 100 erizos por individuo. Aunque la visibilidad fue muy buena, lo cierto es que estaba muy complicado, ya que nos dieron una pequeña paleta de 30 centímetros de largo y no podíamos llegar a los que estaban metidos en los rajones, que no eran pocos. Además de erizos, pude ver una morena, una mantelina y dos chuchos. Una vez terminada la inmersión, llegó el momento de la paella, exquisita. Luego a reposar la comida con un paseo marítimo hasta Taurito playa y vuelta al puerto de Arguineguín hacia la 15:30. Finalmente, he de decir que la jornada transcurrió en un ambiente muy agradable de camaradería.
El Cabildo de Gran Canaria ha continuado con su campaña para el control poblacional del erizo diadema en la isla. Por ello, un grupo de 90 buceadores se desplazó hasta Arguineguín para tratar de reducir la masiva presencia de esta especie marina en el sur grancanario, según informó la Corporación insular en nota de prensa.
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